Es una infección de las glándulas apocrinas más frecuentemente de las localizadas en axilas e ingles. Su evolución es crónica y recurrente y provoca en algunos casos importante dolor y supuración. Tras el episodio se producen fístulas y cicatrices residuales hipertróficas muy inestéticas.
El tratamiento es difícil y en muchos casos la respuesta insuficiente. En ocasiones requieren tratamiento quirúrgico para eliminar los tractos fistulizados y las cicatrices retráctiles. |
Hidrosadenitis
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